En "Hablemos sobre realidad nacional" el miércoles 25 de agosto de 2021 participó Luis Bettaglio Director Ejecutivo de la Asociación de Productores de Caña (ASPROCAÑA), para hablar sobre la importancia de reducir la siembra de caña y producir más alimentos y frutas en nuestros municipios como aspecto clave para mejorar la productividad del sector agrícola de El Salvador.
La Red Interinstitucional para el Desarrollo Territorial, Red DT como parte de sus acciones para 2021, impulsa el espacio de dialogo "Hablemos sobre Realidad Nacional" con el apoyo de Hanns Seidel Stiftung y la Fundación Ford.
Estas Charlas se desarrollan en formato virtual, están dirigidas a todas las personas interesadas en escuchar diferentes puntos de vista para el análisis de la coyuntura del país, así como el dialogo entre las personas participantes.
Sesión 25 de agosto de 2021
Luis Bettaglio - Director Ejecutivo de la Asociación de Productores de Caña (ASPROCAÑA)
El señor Luis Bettaglio cuenta con estudios en la Escuela Americana en San Salvador, estudios universitarios en Southern Methodist University en Dallas y en University of Texas en Austin. Se ha dedicado al cultivo de caña y café por 30 años. Ha sido dirigente gremial en Caña, Director de Ingenio. En el rubro café ha sido presidente y socio de cooperativas beneficiadoras, siempre se ha dedicado a buscar alternativas para mejorar los ingresos de los prodictores y actualmente es Director Ejecutivo de la Asociación de Productores de Caña (ASPROCAÑA).
El señor Bettaglio compartió sus perspectivas sobre la necesidad de reducir la producción de caña de azúcar y empezar a producir más alimentos: frutas, hortalizas y los alimentos que consumimos.
El Salvador produce alrededor de 18 millones de azúcar, de los cuales 6 millones están destinados al mercado domestico que se vende con un precio contralado que garantiza rentabilidad a las personas que se dedican a su producción, los Estados Unidos compran un millón y medio de quintales de azúcar a través de cuotas de importación que también tiene un precio controlado. El resto de la producción esta destinado al mercado mundial que se comercializa en un mercado tipo dumping, entre los países que producen azúcar a nivel mundial. El 95% del tiempo el precio en el que se comercializa en el mercado mundial es menor que el de los costos de producción.
En este sentido, según Bettaglio, lo que ha ocurrido en El Salvador es que a partir del año 2008, el precio internacional del azúcar experimentó una alza inesperada, haciendo que el precio fuera “apetecible” para los productores de caña salvadoreños, incluso en esa época los ingenios solo tenían un rol industrial de procesamiento, incursionan en ese año a la siembra de azúcar, esto coincide también con el desarrollo de maquinaria que procesa el bagazo de la caña para la producción de energía eléctrica, con lo que cubren sus necesidades de energía y pueden vender el excedente de producción de energía, esto es otro factor que hace atractivo sembrar caña.
Con esta estructura de precios lo que resulta es que con la azúcar producida para el mercado nacional se genera rendimiento, así como con los mercados preferenciales, pero en el mercado mundial puedan llegar a generar perdidas. Lo ultimo es importante considerar pues una gran proporción de la producción del país va al mercado mundial, porque esto hace que la producción de caña en realidad no está siendo una buena alternativa de producción que genere rentabilidad, que es importante de considerar en un país donde la tierra es un recurso limitado.
“El país podría hacer un uso más óptimo de la tierra, si reducimos las áreas de producción de caña, en un proceso gradual, con enfoque de política de estado, llegando al nivel de producir únicamente para los mercados que si son rentables” Luis Bettaglio
El Salvador es un importador neto de alimentos, en esas áreas de caña de azúcar en las que se produce para el mercado mundial, se podría hacer una apuesta para que se destine esa porción de tierra para diversificar los rubros de producción especialmente alimentos, que haría al país menos dependiente, lo que es clave considerando la coyuntura de COVID - 19, pues los precios de los productos agrícolas suben de precio cuando se dan cierres de fronteras. Para todos los países la seguridad alimentaria debe ser importante.
Participaron 30 personas de las cuales 12 fueron mujeres
En otro de los aspectos, Bettaglio mencionó la importancia de diversificar la producción, pues debido a las condiciones del mercado y ambientales, la zafra debe iniciar inmediatamente termina el invierno, en este momento la caña no esta en su nivel de maduración, para lograrlo se tienen que regar madurantes, los cuales tienen un gran impacto en la salud de las personas. Si se reduce el tamaño de la producción se podría empezar la zafra más tarde se reducirían los costos por menor uso de madurantes, reducir la escorrentía de residuos que afectan la salud, la calidad de agua y del aire. Como se puede ver, reducir la producción de caña y producir más alimentos tendría impactos positivos en: la rentabilidad del productor, reducir impactos al medio ambiente y finalmente con una mejor rentabilidad deberían mejorarse los salarios de trabajadores agrícolas para que se realicen cortas en verde, reduciendo así las malas prácticas de quema de cañales y el exceso de consumo de agua.
Para escuchar la transmisión completa, les invitamos a ver el siguiente video:
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