Enrique Merlos
Especialista en Desarrollo Territorial
El agua, además de ser un recurso vital e indispensable para la vida de las plantas, los animales y los seres humanos; resulta crucial para el desarrollo económico y social de las comunidades. La disponibilidad de agua limpia y potable es un factor determinante en la salud y el bienestar humano, y la escasez de agua puede provocar conflictos y crisis en los territorios.
El panorama mundial del agua es un tema crítico y cada vez más urgente debido a la escasez de recursos hídricos en muchos territorios del planeta. Según un informe de las Naciones Unidas publicado en 2021, más de 2,200 millones de personas no tienen acceso a agua potable segura, y se espera que esta cifra aumente a medida que las presiones ambientales, demográficas y económicas se intensifiquen. Además, se estima que alrededor del 30% de la población mundial vive en áreas donde el agua es escasa, y este porcentaje podría aumentar hasta el 50% en 2030.
Según la UNESCO, al menos el 80% de las aguas residuales en todo el mundo se vierten sin tratamiento adecuado. Esto tiene graves consecuencias para la salud humana y el medio ambiente, ya que los contaminantes en las aguas residuales pueden ser perjudiciales para la vida acuática y para las personas que consumen agua contaminada.
El cambio climático está impactado significativamente la disponibilidad y calidad del agua en todo el mundo. El aumento de las temperaturas y las precipitaciones están provocando sequías prolongadas en algunas regiones y lluvias intensas e inundaciones en otras. Además, la acidificación del océano está disminuyendo la calidad del agua en los ecosistemas marinos y la contaminación del aire y del agua también está afectando negativamente la calidad del agua en muchos lugares. Estos factores están afectando a la disponibilidad de agua potable para las comunidades, así como para la agricultura, la industria y los ecosistemas naturales.
La agricultura es uno de los mayores consumidores de agua en todo el mundo. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la agricultura utiliza el 70% del agua dulce disponible a nivel mundial. Además, se espera que la demanda de agua en la agricultura aumente en un 15% para 2050 debido al crecimiento de la población y la demanda de alimentos.
La contaminación del agua sigue siendo un problema importante en todo el mundo. Según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), más de 80 países tienen problemas de contaminación del agua. La contaminación del agua puede ser causada por una variedad de fuentes, como la agricultura, la industria y la actividad humana en general, y puede tener efectos negativos en la salud y el medio ambiente.
Es importante reflexionar sobre la importancia del acceso al agua potable y la gestión sostenible de este recurso. A pesar de los avances realizados en las últimas décadas, todavía hay millones de personas en todo el mundo que no tienen acceso a agua limpia y segura para beber, cocinar o lavar. Además, el cambio climático y la creciente demanda de agua por parte de la población y la industria plantean desafíos cada vez mayores en términos de gestión y conservación de los recursos hídricos. En este contexto, es fundamental promover políticas y prácticas que permitan el acceso universal al agua potable y la gestión sostenible de los recursos hídricos para garantizar un futuro saludable y próspero para todas y todos.
Lastimosamente dedicamos muy poca atención a informarnos sobre la delicada situación del agua en la actualidad y tenemos casi un nulo compromiso a asumir un rol más activo para ser parte de la solución a la crisis hídrica. Como usuarios del agua, nuestra preocupación gira en torno a recibir agua las 24 horas del día y a un precio bajo. Difícilmente nos hemos puesto a reflexionar ¿de dónde viene el agua que utilizamos?, ¿en qué condiciones se encuentran las fuentes de agua?, ¿Cuáles han sido los costos para purificar y mantener la infraestructura que nos permite a muchos tener agua directamente en nuestros hogares?.
En El Salvador, a pesar de que tenemos un nivel elevado de precipitación por lluvias, poco se ha avanzado para establecer incentivos para masificar la cosecha de aguas lluvias, sobre todo en las áreas rurales, que es donde más deficiencia existe en la actualidad con el acceso al agua. Son varias las ONG y organizaciones que están impulsando el tema a pequeña escala en el país; pues se requiere de un ecosistema de investigación y financiamiento para ampliar la capacidad actual y poder colectar grandes cantidades de agua lluvia para utilizarla en el verano para diversos fines como el establecimiento de cultivos, regar plantas, lavar ropa, realizar oficios domésticos e incluso potabilizarla para consumo humano.
La implementación de esta tecnología a gran escala no solo ayudaría a reducir la dependencia del suministro de agua convencional, sino que también contribuiría a la protección del medio ambiente al disminuir la carga sobre las fuentes de agua subterránea. En resumen, aprovechar la época de invierno para hacer cosecha de agua de lluvia sería una práctica importante y sostenible que puede tener un impacto positivo para el desarrollo de muchos territorios a nivel nacional e internacional.
En el marco del Día Mundial del Agua, debemos tomar interés en informarnos sobre la situación del agua que utilizamos y comprometernos a trabajar en forma conjunta para garantizar la gestión integrada de los recursos hídricos para las presentes y futuras generaciones.
El agua es un recurso vital para la vida en nuestro planeta, y es esencial que trabajemos juntos para protegerla y gestionarla de manera sostenible. A medida que la demanda de agua sigue aumentando, es crucial que se adopten medidas para proteger y conservar este recurso vital.
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